tag:blogger.com,1999:blog-30172302925623461152024-02-07T07:09:51.149+01:00al-MariyyaBlog sobre la novela histórica de relatos de al-Mariyya, autor Francisco José Gil PicartFrancisco José Gil Picarthttp://www.blogger.com/profile/11368161870973981241noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-3017230292562346115.post-85829467640868446002012-10-25T19:45:00.000+02:002012-11-18T13:53:59.072+01:00al-Mariyya. Tierra de leyenda<br />
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<div class="Quotations" style="text-align: justify;">
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<span lang="ES-MX"> Un apasionante viaje por la historia de Almería con cuatro relatos que permiten una lectura independiente, donde se recrean de manera fidedigna épocas muy diferentes entre sí entremezcladas con variopintos escenarios como telón de fondo. A buen seguro que su lectura complacerá a aquellos lectores exigentes ávidos de conocer algo más sobre el pasado de esta bella tierra andaluza rebosante de arcanos y embrujo.</span><br />
H<span lang="ES-MX">aciendo gala de un exquisito rigor histórico, se entrelaza una prosa cuidada y exenta de artificios con historias llenas de pasión y heroicidad donde se pone de manifiesto lo mejor y lo peor del ser humano. Una trepidante y visceral forma de escribir hará que afloren los sentimientos más recónditos del lector, consiguiendo despertar las sensibilidades más enclaustradas y encoger los corazones más curtidos.</span><br />
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<b><span style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Seperates; font-size: 12pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"> </span></span><span style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Seperates; font-size: 12pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"></span></span><span style="color: #783f04;"><i>El héroe de Bayyana </i></span></b><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Seperates; font-size: 12pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><br /></span></b></div>
<div class="Quotations" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"> Año 1147, un despiadado ejército cristiano ansioso de botín de guerra asedia Bayyana. Cuando la situación se torna desesperada, su única esperanza de salvación recae en el arrojo de un pastor huérfano que tratará por todos los medios de impedir lo que parece inevitable, el exterminio de su ciudad. </span><br />
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<a href="http://al-mariyya.blogspot.com.es/2012/10/el-heroe-de-bayyana.html"><span lang="ES-MX">Leer más </span></a><br />
<span lang="ES-MX"> <b> </b></span><br />
<span lang="ES-MX"><b> </b></span><b><span style="color: #783f04;"><span lang="ES-MX"><i> </i></span></span></b><br />
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<b><span style="color: #783f04;"><span lang="ES-MX"><i> Los olvidados de Inox </i></span></span></b></div>
<div class="Quotations" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
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<span lang="ES-MX"> Año 1569, una horrenda masacre tuvo lugar en el cerro de Inox, en las cercanías de Níjar. Matanza de inocentes olvidada en el tiempo abordada con absoluto realismo y objetividad. Esta narración, basada en un hecho<span style="mso-spacerun: yes;"> real</span>, constituye uno de los episodios más negros y desconocidos de la historia almeriense. </span><br />
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<span lang="ES-MX"> <span style="color: #783f04;"> </span></span><br />
<span lang="ES-MX"><span style="color: #783f04;"> <a href="http://al-mariyya.blogspot.com.es/2012/10/los-olvidados-de-inox.html" target="_blank">Leer más</a></span></span><span lang="ES-MX"> </span></div>
<span lang="ES-MX"> </span><span lang="ES-MX"></span><br />
<span lang="ES-MX"><span style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Seperates; font-size: 12pt; line-height: 200%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"> <i> </i></span></span></span><br />
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Seperates; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><i><b><span style="color: #783f04;"> </span></b></i></span><b><span style="color: #783f04;"><i>El alarife de Wadi Ash </i></span></b></span><br />
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<span lang="ES-MX"> Año 1596, epopeya de una venganza que se desarrolla entre Guadix y Gádor, donde un honrado padre de familia sufre con impotencia el asesinato de su mujer y sus dos hijos a manos de una banda de malhechores. </span><br />
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<span lang="ES-MX"> <a href="http://al-mariyya.blogspot.com.es/2012/10/el-alarife-de-wadi-ash.html" target="_blank">Leer más </a></span><br />
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<i><span style="color: #783f04;"><b><span lang="ES-MX"><span style="font-family: Seperates; font-size: 12pt; line-height: 200%;"> </span>Dueño de su destino </span></b></span></i></div>
<div class="Quotations" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
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<span lang="ES-MX"> Año 1904, un minero de Rodalquilar abandona las penurias de la mina y busca una segunda oportunidad en Almería. El azar le hace descubrir un complot anarquista para asesinar al rey Alfonso XIII durante la inauguración de El Cable Inglés. Noble de espíritu y valiente desde el corazón, tratará de abortar el magnicidio aún a riesgo de su propia vida.</span></div>
<div class="Quotations" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
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<a href="http://al-mariyya.blogspot.com.es/2012/10/dueno-de-su-destino.html" target="_blank">Leer más</a><br />
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<div class="Quotations" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></div>
Francisco José Gil Picarthttp://www.blogger.com/profile/11368161870973981241noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3017230292562346115.post-9371936991157790452012-10-25T12:33:00.000+02:002012-11-30T11:28:46.638+01:00Dueño de su destino<br />
<b><span style="color: #bf9000;"><i>Breve sinopsis </i></span></b><br />
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<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> Rafael sabe que la mina es un lugar donde la muerte no necesita permiso para entrar. Su deseo es iniciar una nueva vida lejos de allí, apartado del atroz recuerdo de su madre y su hermana engullidas por las traidoras fauces del yacimiento, pero no puede abandonar a Nazario, su padre, un hombre triste y atormentado por las desgracias de la familia. Un día, la mina vuelve a reclamar su tributo en moneda de sangre y Nazario se ve sorprendido en un desprendimiento. Con la serenidad que da sentirse cerca de la muerte, le dice a su hijo con sus últimas palabras qué camino debe seguir. Rafael, con el corazón destrozado, abandona su hogar e inicia su periplo en un mundo de luces y sombras donde encontrará el amor y descubrirá un complot anarquista para asesinar al rey Alfonso XIII durante la inauguración de El Cable Inglés en Almería. ¿Será capaz de abortar el magnicidio? ¿Conseguirá el objetivo que le susurró su padre en el lecho de muerte? </span></span></span><br />
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<span style="font-size: small;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"></span></span></span><br />
<b><span style="color: #bf9000;"><i>Nota histórica </i></span></b><br />
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<span style="font-size: small;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> </span></span></span> </div>
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La historia no ha pasado precisamente de soslayo por Almería, que ha sido origen en el tiempo de civilizaciones y culturas tan importantes como la de Los Millares hace cinco mil años y posteriormente la de El Argar. Tierra ancestral que se ha visto en incontables ocasiones regada por sangre inocente y cuna de descubrimientos sin igual; madre de valerosos hombres que entregaron su vida por un mañana mejor y engendradora de codicia y maldad; luz de mentes preclaras que dieron un salto hacia el conocimiento y hacedora de energúmenos que tocaron con sus manos la oscuridad del pensamiento.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
No se puede decir que el curso de nuestra historia haya sido particularmente generoso en parabienes con esta sufrida tierra, sino más bien todo lo contrario. Y si nos centramos en la época que transcurre el relato podemos observar que Almería, y especialmente su provincia, se hallaban inmersas en una situación lamentable con una población que menguaba año tras año, propiciando un grado de abandono alarmante. El caciquismo cerril, la clara falta de oportunidades y una industria escasamente desarrollada dieron lugar a un másivo éxodo de emigrantes en el último cuarto del siglo XIX en dirección a Argelia, para trabajar en las inmensas plantaciones agrícolas que los franceses estaban levantando por doquier. Y fue una decisión acertada, porque la mayoría de los que se marcharon no regresaron a la tierra que les vio nacer. A principios del siglo XX las condiciones seguían sin mejorar, donde la constante amenaza de la escasez, la cercanía de una miseria inclemente y la precariedad más absoluta dibujaban un horizonte tan vacío de esperanza como aterrador. No obstante, el destino final del emigrante almeriense, siempre aguerrido y valiente, varió, dejando a un lado la socorrida y cada vez menos interesante opción argelina en detrimento del esplendente futuro que ofrecía una tierra lejana y exótica... Argentina. La cotidiana realidad reflejaba la triste imagen que desprendían los muelles de la capital, donde barcos rebosantes de gentes humildes y laboriosas se veían obligadas en contra de su voluntad a recoger sus bártulos y emigrar, con lágrimas en los ojos y dolor en el corazón en pos de un atisbo de dignidad. </div>
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La minería, una vía de subsistencia muy extendida por gran parte de la geografía almeriense, estaba sujeta a una forma de explotación tan arcaica como carente de medios, y por ende, peligrosa. Poniendo como ejemplo las minas de Rodalquilar, que he utilizado como escaparate en la narración del relato, decir que su base empresarial en el primer tercio del siglo XX tenía en común su carácter localista, el bajo poder económico y su exagerado afán de especulación. El gran objetivo de este peculiar estilo de empresa minera era el de denunciar un permiso minero y esperar el momento más adecuado para realquilarlo a una empresa mayor y con suficiente fortaleza económica para explotar los yacimientos. Huelga decir que en este período los patronos de las minas se sucedían con inusitada celeridad.</div>
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La fisonomía de Almería experimentó un cambio importante con la supresión de los conventos durante la <i>Desamortización de Mendizábal</i> en 1835 y, sobre todo, con la demolición de las antiguas murallas a partir de 1854. El Paseo de Almería, eje de la capital, surge a raíz de este derribo inspirado en un modelo con claras reminiscencias afrancesadas. Pero ciñéndonos a la fecha en la que está inspirado el relato, año 1904, subrayar que se produce un hecho de suma importancia en la historia de la ciudad, la inauguración del cargadero de mineral El Alquife o como sería mayormente conocido, El Cable Inglés, que fue creado con el objetivo de dar salida a todo el mineral que llegaba de las minas de Alquife y se acumulaba en el puerto de Almería. Inauguración que fue presidida por el rey Alfonso XIII un luminoso miércoles 27 de abril de 1904. La construcción de este cargadero, realizado bajo las directrices del ingeniero escocés John Ernest Harrison y <span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: HI; mso-fareast-font-family: 'Arial Unicode MS'; mso-fareast-language: HI; mso-font-kerning: .5pt;"> </span>firmado por el ingeniero español Andrés Monche, porque los extranjeros no podían presentar directamente los proyectos, está encuadrado en los parámetros de la denominada arquitectura del hierro. Los beneficios que trajo consigo fueron importantes y supuso un espectacular aumento del rendimiento a la hora de transportar el mineral, ya que para cargar un buque de ocho mil toneladas se necesitaban un mínimo de ocho días a razón de sendas jornadas de diez horas empleando 350 hombres y 90 carretas. Y a partir de ese momento, gracias al nuevo sistema, el mismo trabajo se realizaba en apenas diez horas.</div>
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Curiosamente los ciudadanos se dividieron tras su edificación en dos posturas claramente opuestas, mientras unos creían que era una obra de ingeniería necesaria para la evolución de la ciudad, otros postulaban en su contra señalándola como una obra de proporciones descomunales que impediría el progreso de la capital. El caso es que con el paso del tiempo se terminó convirtiendo en un símbolo de Almería al igual que la estación de ferrocarril concluida en 1893 y que, según reza la leyenda, fue diseñada por el afamado Gustave Eiffel, aunque lo más probable es que dicho proyecto corriera a cargo de uno de sus discípulos. </div>
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Así es la indómita Almería, una tierra plagada de contrastes curtida por el sol y abrazada por el mar, con sus luces y sus sombras, pero siempre misteriosa y pasional. </div>
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Francisco José Gil Picarthttp://www.blogger.com/profile/11368161870973981241noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3017230292562346115.post-38141588996250241592012-10-25T12:24:00.000+02:002012-12-21T17:15:07.484+01:00El alarife de Wadi Ash. <div style="text-align: justify;">
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<span style="color: #7f6000;"><i><b><span style="font-size: small;"> Breve sinopsis</span></b></i></span></div>
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<span style="font-size: small;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> Gaspar, un pacífico alarife, está cenando tranquilamente con su familia cuando de pronto irrumpen en su cueva unos soldados que le apresan sin darle ninguna explicación. Confuso y aturdido, es encarcelado dando con sus huesos en una mazmorra ocupada por Nicolás, un viejo hastiado del mundo, y Daniel, un enigmático personaje que hace del silencio su religión. Durante su estancia en la cárcel, su mujer y sus dos hijos son cruelmente asesinados por una banda de malhechores liderados por un personaje ruin y despiadado, </span></span></span><span style="font-size: small;"><i><span style="font-weight: normal;">el Calavera.</span></i></span><span style="font-size: small;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> Gaspar, hundido en el oscuro pozo de la demencia, es ayudado por Daniel a escapar de la prisión. Sobre la tumba de su familia y con el corazón lleno de ira, decide retar a Dios para ir camino de una quimérica venganza... o de la tumba. </span></span></span></div>
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<span style="color: #7f6000;"><i><b><span style="font-size: small;">Nota histórica </span></b></i></span></div>
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<i><b><span style="font-size: small;"> </span></b></i>El pensamiento evoluciona, nuestras costumbres cambian y nuestra forma de comportarnos también, todo ello bajo esa sombra velada de una tecnología de la que somos dueños y esclavos por igual. Sin embargo, el verdadero espíritu del ser humano sigue intacto, impoluto, tal y como era en la génesis de la especie en los albores de la humanidad; con nuestras virtudes y defectos, con nuestras miserias y cualidades, con nuestros magníficos logros y vergonzosos desastres. Errores y aciertos conviviendo en interminables períodos de guerra alternados con efímeros momentos de paz. Así es nuestra naturaleza y es necesario que la conozcamos en profundidad, para que seamos verdaderamente conscientes de qué hemos hecho en nuestro planeta con nuestros semejantes desde que aprendimos a bajar de los árboles y empezamos a matar.</div>
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La Historia está plagada de personajes ruines y despiadados así como de otros, desgraciadamente los menos, extraordinarios; de extensos períodos de oscurantismo e involución salpicados con algunos de aparente racionalidad; de magnos acontecimientos precedidos de mentiras, medias verdades y vueltas a empezar.</div>
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Esta eterna dicotomía de luces y sombras en la que el ser humano parece estar eternamente imbuido, es el argumento de<i> El alarife de Wadi </i>Ash. Amor y odio, piedad y venganza, codicia y mesura son los ingredientes básicos de cualquier época o lugar, y finales del siglo XVI no iba a ser una excepción. El contexto histórico en el que se desarrolla este relato es muy parecido al de<i> Los olvidados de Inox</i>, con la salvedad de que ya nos encontramos en las postrimerías del reinado de un depauperado Felipe II. El vastísimo Imperio de España comienza a divisar en lontananza los primeros vestigios de su ocaso y la estrepitosa derrota de La Grande y Felicísima Armada o como pasaría a la historia, La Armada Invencible, estaba muy reciente en el tiempo. Los elementos, Dios o el caprichoso y mudable dedo del destino hicieron que la mayor flota de guerra construida hasta la fecha diera con sus mástiles en el fondo de un mar arpío y traidor. Y por si no tuviésemos bastante con ese desastre marítimo, Inglaterra no dejaba de hostigarnos fomentando la piratería contra las posesiones en América y contra los navíos españoles. </div>
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A España le gustaba estar en todos los saraos, y de esa guisa, nos vimos envueltos en la guerra civil francesa, apoyando las aspiraciones al trono de la Galia de la hija del propio Rey Prudente, Isabel Clara Eugenia... que no fructificaron por culpa de un Borbón protestante que se convirtió a última hora al catolicismo (de este magno suceso proviene la famosa frase «<i>París bien vale una misa»</i>). </div>
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Los Países Bajos continuaba siendo el cementerio permanente de los gloriosos tercios españoles. Un ejército compuesto por mercenarios extranjeros y reclutas fozosos procedentes de toda Castilla donde el poder real no tenía límites. que combatían denodadamente contra los rebeldes calvinistas. </div>
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Por su parte, de puertas para dentro, los permanentemente demonizados moriscos continuaban padeciendo idénticas calamidades que décadas atrás, hasta que finalmente y ya bajo el gobierno de Felipe III se tomó la decisión de expulsarlos definitivamente el 9 de abril de 1609. </div>
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En resumidas cuentas, nada nuevo bajo la capa del sol, guerras absurdas, patéticos conflictos, intereses mezquinos y los sempiternos viejos arrogados al poder parloteando y enviando a miles de jóvenes a morir en los campos de batalla. ¿Os suena de algo este escenario? </div>
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Francisco José Gil Picarthttp://www.blogger.com/profile/11368161870973981241noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3017230292562346115.post-56941021033811436852012-10-25T12:18:00.001+02:002012-12-19T08:54:02.672+01:00Los olvidados de Inox.<br />
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<b><i><span style="color: #7f6000;"> Breve sinopsis</span></i></b><br />
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<span style="font-size: small;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> Relato basado en una hecho real que tuvo lugar el día de la Candelaria del año 1569 en el peñón de Inox, al oeste de Níjar. La presión que ejerce Felipe II, </span></span></span><span style="font-size: small;"><i><span style="font-weight: normal;">el Rey Prudente,</span></i></span><span style="font-size: small;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> sobre los moriscos se torna insoportable, que ven como son abolidas su lengua, religión y costumbres, además de verse obligados a pagar gravosos impuestos de nuevo cuño. Confiscadas sus tierras y requisadas sus casas, los musulmanes de Almería deciden por medio de Francisco López, alguacil de Tabernas, poner rumbo a Berbería e iniciar una nueva vida lejos de la usura cristiana. Para ayudarles en la empresa llega desde África el aguerrido capitán Cosali, y mientras esperan los bajeles procedentes de Orán que les han de transportar a su destino, se cobijan en un cerro que se convierte en paradigma de la libertad. Pero la noticia de que miles de moriscos se refugian en la cumbre de una montaña con todas sus pertennecias llega a oídos del jefe militar de Almería, que es presa de la codicia. El jerarca de la ciudad reúne con celeridad un ejército de sombras y muerte, que se dirige en pos del botín de guerra. ¿Qué ocurrió en aquel infausto peñón de triste recuerdo? </span></span></span></div>
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<span style="color: #7f6000;"><b><i>Nota histórica</i></b></span><br />
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<b> </b>Recuerdo que cuando empecé a escribir los relatos de <i>al-Mariyya. Tierra de leyenda</i> tenía en mente esta frase: «<i>Conocer nuestro pasado nos hará comprender mejor el presente»</i>, y me preguntaba cuántas veces se habría pronunciado en voz alta ese aforismo para ser posteriormente arrastrado por el viento del olvido. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
Tan solo tenemos que pararnos un instante y mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de que el mundo avanza de forma imparable, pero el faro de la verdad nos dice que los seres humanos seguimos teniendo la misma esencia, la misma incontrolable voracidad y el mismo afán de poseer que hace treinta milenios cuando nos quedamos solos sobre la faz del planeta tras poner nuestro granito de arena para acelerar la extinción de los neandertales. Desde ese suceso que se pierde en la noche de los tiempos, ¿realmente hemos aprendido alguna vez de nuestros errores?</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
La respuesta a esa pregunta queda perfectamente contestada durante este relato, <i>Los olvidados de </i>Inox, desgraciadamente verídico para vergüenza de la especie humana. Hechos que se perpetraron con la frialdad de la premeditación en honor a la codicia, erigiéndose en un suceso totalmente repudiable como tantos y tantos otros que han acontecido, y lo siguen haciendo, a lo largo y ancho de nuestra historia, donde siempre pierden los mismos... los más desvalidos.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
La época en la que tiene lugar esta narración está encuadrada en un momento especialmente convulso de la historia de España. En el sureste del país, la revuelta de la Alpujarra se encontraba en su momento álgido, donde el despropósito sembraba de forma inmisericorde los campos de cadáveres y la estulticia regaba con sangre inocente las montañas andaluzas. La estupidez tiene esos efectos colaterales. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
Felipe II, apodado <i>el Rey Prudente,</i> había promulgado el primer día de enero de 1567 la Pragmática Sanción, donde modo de vida y costumbres islámicas se prohibieron en un edicto real. Bajo la nueva ley, los moriscos del reino de Granada tenían la obligación de aprender castellano en un plazo máximo de tres años, cumplidos los cuales, se consideraría un crimen leer, escribir o hablar en lengua árabe. La población musulmana, concentrada principalmente en Granada y Almería, hastiada de ver cómo sus derechos menguaban y sus impuestos crecían sin mesura, inició una revolución a principios de 1568 de manos del autoproclamado en Béznar rey de los moriscos Muhammad Ibn Umayya, más conocido como Abén Humeya. Eran tiempos donde reinaba lo inexplicable y nadie parecía querer entender lo que ocurría, de esta guisa, se puso al frente de cuatro mil sublevados con el perentorio objetivo de restaurar la libertad perdida. El curso de la historia se ha mostrado despiadado y cruel en innumerables ocasiones, y este lance no iba a ser diferente. Después de tres años de enconados enfrentamientos, los cabecillas de la rebelión fueron ajusticiados y aplastada definitivamente la revuelta. A partir de ese instante la presión aumentó sobre los derrotados y en un alarde de soberbia, Felipe II ordenó que ochenta mil musulmanes convertidos al cristianismo oriundos de la Alpujarra, se dispersaran por toda la península para evitar de ese modo su concentración y evitar nuevos conatos de insurrección en el futuro.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
Pero vamos a ceñirnos a la infame historia que nos ocupa, de la que me llama poderosamente la atención la poca resonancia que ha tenido en el tiempo. La patética verdad es que un majestuoso peñón al oeste de Níjar pretendió ser un paradigma de libertad y acabó convirtiéndose en un tétrico cementerio. Al tiempo que cristianos y moriscos cruzaban sus espadas en los abruptos montes alpujarreños, miles de hombres, mujeres y niños pretendían huir de la terrible opresión a la que estaban siendo sometidos en la provincia de Almería e iniciar una nueva vida en Berbería. Un éxodo masivo al que acudían con lágrimas en los ojos y congoja en el corazón... y con todas las pertenencias que podían transportar. El afán de codicia, lastre sin igual en el ser humano, se encargó de poner argumento a una triste historia que está perfectamente documentada en el relato, basado en la narración que ha perdurado de Luis de Mármol Carvajal. Tan solo me he limitado a añadir unos cuantos personajes ficticios, para dotar a esta epopeya de diferentes perspectivas que puedan arrojar algo más de luz sobre lo que verdaderamente tuvo lugar en aquel desgraciado peñón de infausto recuerdo. En la mayoría de las ocasiones la realidad supera con creces a la ficción. He aquí la memoria de un exterminio, la crónica de una matanza que no debe de caer en el oscuro pozo del olvido... </div>
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Francisco José Gil Picarthttp://www.blogger.com/profile/11368161870973981241noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3017230292562346115.post-35967909946473446902012-10-24T11:50:00.000+02:002012-12-19T08:43:19.595+01:00El héroe de Bayyana<br />
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<span style="color: #7f6000;"><i><b><span style="font-size: small;"> Breve sinopsis</span></b></i></span><br />
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La ciudad de Bayyana vive preocupada por la pertinaz sequía que asola sus campos desde hace más de una década, sin embargo, un peligro mucho mayor se cierne sobre sus vetustas murallas.<br />
Un despiadado ejército cristiano con ansias de riqueza se acerca imperturbable ante la angustia de sus habitantes, que ven con impotencia como su dios no atiende sus plegarias y parece haberles abandonado a su suerte.<br />
Cuando la situación se torna auténticamente desesperada, todas las esperanzas de salvación recaerán sobre Hakîm, un valeroso pastor huérfano que intentará con el arrojo de su corazón hacer realidad las palabras que pronunció su padre antes de morir.<br />
¿Conseguirá el intrépido muchacho salvar Bayyana de las garras de la codicia cristiana?<br />
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<span style="color: #7f6000;"><i><b>Nota histórica </b></i></span><br />
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El héroe de Bayyana es un relato ficticio que florece dentro de un enclave privilegiado repleto de arcanos y embrujo a orillas del Mediterráneo, en Almería. Provincia enmarcada en una tierra de sabiduría ancestral, ha sido faro de culturas y cuna de civilizaciones a lo largo de la historia, arrogándose por derecho propio un lugar entre la realidad y la leyenda. En una de las páginas más sublimes de nuestro pasado, tuvo un peso fundamental a la hora de sustentar la magnificencia del legendario al-Ándalus, brillando con luz propia en el seno de un imperio colosal. Pero en esta vida nada goza del favor de la eternidad y tras la desmembración del Califato, durante el primer tercio del siglo XI, convivió con las humeantes cenizas del Imperio omeya, encumbrándose durante la época de los reinos de taifa como un auténtico faro de luz en medio de un océano de oscuridad.</div>
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En la esplendente al-Mariyya convivieron en un paradigma de concordia las tres religiones del Libro, florecieron las artes y las ciencias, y las culturas se arraigaban al amparo de una tolerancia sin igual. En una capital idílica abrazada por el sol y bañada por el mar, la artesanía y los oficios brillaban por su calidad y el comercio prosperaba en armonía, convirtiéndola en uno de los puertos comerciales más importantes de todo el Mare Nostrum.</div>
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Empecemos con una cuestión tan sencilla como el origen de su nombre... Para ciertas personas con alma de poeta y melancólico corazón, viene a significar algo así como <span style="font-family: Times New Roman, serif;">«</span><span style="font-family: Times New Roman, serif;">espejo del mar</span><span style="font-family: Times New Roman, serif;">». Ciertamente hermoso </span>mas no por ello real. La erudición, acompañada de serios estudios etimiológicos sobre este tema, nos transmite un significado más pragmático en el que se nos argumenta que Almería proviene del topónimo árabe al-Mariyya, que literalmente significa <span style="font-family: Times New Roman, serif;">«</span>atalaya<span style="font-family: Times New Roman, serif;">» o <span style="font-family: Times New Roman, serif;">«</span>torre vigía<span style="font-family: Times New Roman, serif;">». A</span></span> todas luces menos bucólico pero mucho más acorde con el fin para el que fue creado, principalmente, este antiguo ribat custodiado por monjes guerreros, que no era otro que cumplir funciones de vigilancia para alertar del peligro de posibles invasores.</div>
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Hasta mediados del siglo X, la capital de la cora fue la opulenta Bayyana, la actual Pechina, donde residía el aparato administrativo y religioso de todo el territorio. Un centro neurálgico en el que comercio y artesanía gozaban de muy buena salud, pero como suele suceder en tantos y tantos casos, la ciudad de nuevo cuño acaba engullendo por intereses estratégicos a la primigenia hasta hacerla desaparecer. <span style="font-style: normal;">Según el meticuloso geógrafo e historiador almeriense del siglo XI </span>al-‛Udrī, tras el saqueo por los beréberes en el 1012 toda la población de Bayyana se desplazó a al-Mariyya y<span style="font-style: normal;"> sus últimas construcciones se vinieron abajo en los años 1066-1067.</span></div>
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Almería, a pesar de lo que puedan suponer algunos, es algo más que invernaderos descontrolados o pelotazo urbanístico, especulación inmobiliaria o desierto terminal... y así lo debió de pensar, sabiamente por cierto, el califa Abd al-Rahm<span style="font-family: Times New Roman, serif;">ā</span>n III cuando en el año 955 otorgó la categoría de mad<span style="font-family: Times New Roman, serif;">ī</span>na a la incipiente al-Mariyya. Más tarde, y quién lo iba a decir, con Almanzor (aquel que según reza la leyenda perdió el tambor en Calatañazor), experimentó un impulso importante que la situó como uno de los puertos de referencia del Mediterráneo. La ciudad era ambiciosa, por lo que siguió creciendo y prosperando. </div>
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Tras la desfragmentación de al-Andalus a principios del siglo XI, donde llegaron a coexistir hasta veintiocho reinos independientes, Jairán, que fue el primer rey de taifa de al-Mariyya, se encargó de forma eficiente para que continuara con su meteórico progreso floreciendo y resplandeciendo junto al mar. No obstante la época dorada tuvo lugar bajo el reinado de al-Mu<span style="font-family: Times New Roman, serif;">‛</span>tasim, también llamado el rey poeta, que según cuentan las crónicas del momento se rodeó de una pléyade de eruditos de las más diversas disciplinas. Con una corte repleta de literatos y científicos, se mantuvo el emporio económico al mismo tiempo que la medina crecía sin parar. Pero como la alegría en casa del pobre dura lo que dura, terminó perdiendo toda su herencia a modo de tierras, que se extendían desde los confines de la Mancha hasta Valencia, para verse reducida únicamente a la provincia de Almería. Afamados y escrupulosos cronistas de aquel tiempo nos han transmitido, y no hay motivos para dudar de ello, la narración de las últimas palabras de al-Mu<span style="font-family: Times New Roman, serif;">‛</span>tasim cuando estaba postrado en su lecho de muerte, con el ejército invasor celebrando una apoteósica victoria a las mismas puertas de la ciudad. El moribundo soberano se pronunció así:</div>
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–No hay más Dios que All<span style="font-family: Times New Roman, serif;">āh</span>. Todo ha sido duro hasta mi muerte –y refiriéndose a alguien de los que le rodeaban en tan fatídico momento, en un susurro le dijo–: Cuida tus lágrimas y no las malgastes pues tendrás que llorar largo tiempo.</div>
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Evidentemente se refería el buen monarca a lo que estaba por venir, pero también, y a tenor de sus palabras podemos discernir que lo dicho cuatro siglos después al inolvidable Boabdil el Chico no fue tan original... Si es que todo está inventado, incluso ya en aquel tiempo.</div>
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Vamos a permitirnos la licencia de saltarnos, de un plumazo, unos cuantos años y vamos a pasar del fatídico 1091, donde muere el rey poeta y desaparece la taifa de Almería, al año 1147. Esta es una época muy importante en la historia de al-Mariyya, porque lo que en ese momento aconteció marcó el devenir no ya solamente de los años siguientes, si no que su trascendencia influyó decisivamente en cómo se desarrollarían los siglos posteriores.</div>
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El rey Alfonso VII, apodado el Emperador, al mando de un contingente de soldados catalanes, francos, aragoneses y castellanos además de apoyado por pisanos y genoveses, irrumpe en estas tierras bajo una pantomima de santa cruzada que sirve de pretexto para enmascarar el verdadero y auténtico objetivo de la empresa, anexionarse la plaza por motivos políticos el monarca castellano y por intereses económicos los italianos. Con este desolador panorama al-Mariyya termina siendo conquistada tras tres meses de profundo y asfixiante asedio. La medina rinde sus puertas el 17 de octubre de ese mismo año pasando a ser su rey el propio Alfonso VII. </div>
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Una década se mantuvo Almería bajo control cristiano hasta que en el año 1157, un poder emergente proveniente del norte de África, los almohades, vuelven a recuperarla para el islam. ¿Por qué dije anteriormente que esta fase de la historia de al-Mariyya fue decisiva en el devenir de su futuro? Pues sencillamente porque constituyó un lapidario punto de inflexión del que esta ciudad no se recuperó hasta cientos de años después. Pasó de ser un lugar de referencia mercantil en la Península Ibérica y en el Mediterráneo a convertirse en una ciudad anquilosada y retrógrada. Su actividad portuaria, otrora envidia de todo el Mare Nostrum, cayó en picado y no volvió a recuperarse. La alegría tanto del comercio como del artesanado abocaron en un progresivo y mustio abandono que desembocó en un creciente e imparable despoblamiento. Sin lugar a dudas, la década en que al-Mariyya estuvo en poder cristiano, significó un trauma irrecuperable del que, como he dicho anteriormente, se acaba de despertar en fechas recientes.</div>
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Volviendo al año 1147 y la toma de al-Mariyya por la facción cristiana, cabe destacar que la intervención de los genoveses fue decisiva en el resultado final de la contienda. En honor a esta gesta se le ha dedicado una playa a estos bravos combatientes en la bella población costera de San José, cuyo nombre es precisamente <span style="font-family: Times New Roman, serif;">«</span>Playa de los Genoveses<span style="font-family: Times New Roman, serif;">».</span></div>
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La bandera que exhibe e identifica actualmente a la ciudad de Almería también tiene sus reminiscencias en este acontecimiento, y es que se ha adoptado precisamente la cruz latina de gules (rojo) que portaban los genoveses al entrar en combate.</div>
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Es evidente que la realidad acontecida durante esta epopeya no tiene nada que ver con el relato de ficción que he escrito. No se produjo ningún intento de asedio a Bayyana (que ya no existía en el año 1147) ni por supuesto el ejército musulmán hizo batirse en retirada al contingente italiano. Todos los personajes que aparecen en esta historia son ficticios salvo el gobernador de al-Mariyya, Ibn al-Ramimi. Pero, ¿quién nos puede asegurar que no existió un valeroso Hakîm en otra época o lugar?</div>
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Francisco José Gil Picarthttp://www.blogger.com/profile/11368161870973981241noreply@blogger.com0